jueves, 22 de marzo de 2012

Una verga en tu mano

Ya sé, desde hace tiempo no piensas en otra cosa. Llevas más de un año soñando con tocar la polla de otro hombre, acariciarla con tu mano. No importa cuántas veces intentes alejar esa idea de tu cabeza. Unos minutos después, regresa de nuevo.



Ya sé, has empezado a visitar páginas gay en internet, te has suscrito a varios grupos dondes esperas encontrar otros chicos con tus mismos deseos, y los has encontrado, incluso has chateado con ellos y tu colita se ha puesto dura al pensar que podrías estar agarrando la picha de ese tío que te escribe. ¿Te gustaría también metértela en la boca?

Vamos, no seas tímido, la vida es muy corta, dile que sí, que quieres encontrarte con él, acariciar su verga, sujetársela mientras mea, sacudirle las gotitas de su glande, acariciarle el prepucio. Dile que quieres masturbarlo, acariciarle los huevos, juguetear con ellos, rascárselos. Dile que quieres descubrir después cómo huelen tus dedos: a hombre, a polla, a huevos. Dile que quieres chupártelos. No puedes quitarte esa idea de la cabeza.

¿Seguro que no eres gay?, ¿es solo curiosidad?, ¿resistirás sin meterte la polla de un extraño en tu boca? Noooo. Venga, reconócelo: eres una cerdita. Acabarás de rodillas frente a él mamándole la polla. Glotona. Todas sois iguales.

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